El conocimiento científico como ya señalamos en la entrada anterior se trata de un tipo de conocimiento basado en una explicación que se argumenta mediante el sentido común.
Este saber tiene un origen empírico ya que parte de la observación que hacemos de todo aquello que nos rodea, ocurre cuando nos planteamos ese primer por qué sobre algo. A partir de ese punto se iniciará lo que denominamos método científico que consta de cinco pasos que se siguen de forma rigurosa y metódica durante toda la investigación, estos cinco puntos que se llevan a cabo son la observación, la inducción, la generación de una posible hipótesis, la experimentación para ver si dicha hipótesis es cierta o no, en esta fase la ciencia a creado sus propias técnicas particulares y de medición, además de un vocabulario determinado y preciso. Una vez comprobada la hipótesis tendremos que publicar nuestro descubrimiento, lo que significa que es comunicable y que permitiremos que cualquier otra persona del mundo pueda repetirlo si duda de sus resultados, este proceso de repetición significa que el hecho es comprobable posteriormente, pues en ningún momento un descubrimiento es certero al 100% y siempre existe un principio de incertidumbre por el cual todo es incierto y es necesaria que asumamos que no existe ninguna certeza para así poder autocorregirnos en nuestras investigaciones.
Para llevar a cabo una investigación científica es necesario que llevemos a cabo una especialización y un análisis que nos permita descubrir los elementos básicos de los que se compone el fenómeno que queremos estudiar y que el investigador sea una persona imparcial de manera que no este influido por factores o creencias externas como pueda ser los sentimientos, los prejuicios, la religión, etc.
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